Si volteo a mirar lo que he logrado, en lo que se ha convertido la serie Batey, no dejo de asombrarme al pensar que la inspiración de este proyecto salió de relaciones y experiencias de mi día a día.
Hoy, les comparto anécdotas muy curiosas que sé que disfrutarán tanto como yo sobre todos los ingredientes que forman parte de Batey Ascending, el comic, y que pronto también podrán degustar en Batey Descending, prevista para salir el proximo 30 de septiembre.
¿Sabías que el Batey si existe?
No se me ocurre mejor punto para empezar que este. Y sí, el Batey es un deporte real creado por los Tainos. Como he señalado en publicaciones anteriores, este juego ancestral formaba parte de la cultura de esta etnia indígena que ocupaban las tierras hoy conocidas como Republica Dominicana. Y para mi es todo un honor recuperar parte de mi legado – aunque lo hayan querido borrar de la historia – y esparcirlo por el mundo a través de mi narrativa.
Hace unos 300 o 400 años, sus creadores usaban una pelota de un material con una peculiar capacidad para rebotar, similar al caucho o la goma. Las reglas eran simples: dos equipos de cinco miembros podían golpear la pelota con cualquier parte del cuerpo excepto las manos, usando preferiblemente rodillas, pecho y codos. Y el objetivo era anotar en la cancha contraria, definida por un aro en el suelo.
En mi historia, dado que los avances del futuro son agigantados, el juego se presenta de una manera diferente. El campo de juego es una esfera y los aros están sostenidos por unos postes a dos extremos de la misma. Y es allí donde se desarrolla la mayor parte de esta aventura.
La pelota es una pieza metálica ligera con tecnología antigravedad, que le permite quedarse flotando en el sitio si no se toca. Los oponentes luchan para armar jugadas y anotar un punto, para bloquear al enemigo y hacer pases oportunos. Su popularidad en el marco de la narrativa se asemeja a la del baloncesto en Estados Unidos.
La influencia del cine en esta historia
Era lógico pensar que si la serie Batey se desarrolla en un mundo futurista donde la tecnología de punta gobierna, volar con jetpacks no habría sido lo más cool o apropiado. Esa es una idea ochentera de cómo sería el futuro. Para mí, todo debía ser más sencillo, cómodo, capaz de brindar una experiencia de vuelo limpia, y sin necesidad de interferir excesivamente en el atuendo.
He allí cuando la idea de las botas hicieron clic. Con una maniobrabilidad impecable y perfecta para el juego, que pudiera compararse a cómo se adapta mejor un mando para un sistema de videojuegos y un ratón a los juegos de PC.
Otra inspiración nació al ver el film Alita Battle Angel. Ver esa película en plena pandemia abrió mi mente a la infinidad de posibilidades a mi alcance si mi mente, mi imaginación, no se detienen en lo absoluto.
El juego de Quidditch de Harry Potter también fue un gran ejemplo para mi sobre cómo en una historia se puede crear un deporte ficticio y que este pueda después volverse una práctica real. Y aunque el Batey de mi historia, con jugadores volando, no es algo que creo que veamos muy pronto, sí me genera ilusión saber que puede llegar a despertar consciencia sobre la olvidada comunidad taina y su legado.
Los personajes se basan en alguien cercano a mi
Cada uno de los personajes que recibió un nombre en la historia, lleva el mismo nombre que alguien muy importante en mi vida real. Además, le confirió ciertas características a dicho personaje.
Empecemos por Chilly, quien se inspira en mi verdadera hermana y también da vida a muchos eventos que realmente sucedieron entre nosotros en el próximo libro. Así que, si quieren conocer de qué va, mantente alerta en mis redes y en mi web de su pronto lanzamiento.
Lo que sí puedo adelantar es que se basan en tiempos que – para mi suerte – quedaron atrás, cuando era más chico y débil, y ella podía acabar conmigo fácilmente. Épocas de las que también recuerdo con una gran sonrisa que era mi compañera de artes marciales, maratones de Naruto y de tardes de video juegos en el Club Penguin de Candystand.
Y fue precisamente ese club parte importante de las influencias que construyeron al Nico Pengin que hoy conocen, y que protagoniza esta serie. El nombre lo tomé para honrar al hombre que me enseñó a aprovechar toda mi energía y enfocarla en cosas productivas como los deportes. Una gran inspiración para mí.
Y contrario a la narrativa, Fred RTG no es el antagonista en mi vida ni mi enemigo. Todo lo contrario, es mi mejor amigo desde que nos conocimos en la secundaria, lo que hace que ya lleve más de media vida compartiendo con este hermano de otra madre. Y desde entonces, ha sido mi compañero de video juegos, de conversaciones infinitas. Tanto así que hoy en día, junto a JestFreeman, somos los Argue Bros, discutiendo y contrastando opiniones de temas del día en un podcast muy fresco y divertido.
Daré más información sobre otros aspectos que inspiran a los personajes en futuras publicaciones en el blog. Siempre y cuando me pregunten sobre un personaje específico por petición especial. Así que deja tus comentarios abajo. Los leo.
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