Algunas historias tainas poseen diferentes versiones. El motivo: este colectivo ha tenido que enfrentarse a unas cuantas dificultades a lo largo de su camino.
Aunque haya discrepancias en las narraciones sobre el origen del hombre y la mujer, por ejemplo, todas las historias sí coinciden en el impacto que tuvo la llegada de los primeros colonizadores europeos al Caribe. El trato cruel y las enfermedades que trajeron y contagiaron a los indios fueron causa principal de la desaparición de muchas tribus.
Puede que la condición insular de sus asentamientos sea otra causa de peso en las variaciones en sus mitos. Pero muy a pesar de estos conflictos geográficos e históricos, se ha logrado recopilar piezas de información consistentes sobre sus orígenes, creencias, costumbres e historia que han sido y seguirán siendo compartidas por esta vía.
Los asentamientos del pueblo Taino
Las Antillas han sido conocidas como tierras de paso de camino entre el norte y el sur de América. En esos largos y peligrosos viajes, las islas del caribe ofrecían un cálido y reponedor descanso. Cada parada dejaba su estela, haciendo de estos pueblos un hermoso mosaico.
Los Taínos constituían el grupo étnico principal de la isla La Española a la llegada de los europeos. En ese momento, los Tainos ya habían reducido o asimilado a los pobladores más antiguos, los Ciguayos, pero estaban en conflicto con los Caribes.
Los Ciguayos estaban establecidos en la región cercana a la península de Samaná, al descenso de la Sierra Septentrional. Han sido descritos como indios semisalvajes, de frente tumbada y fiero carácter, toscos e intolerantes a las instrucciones, guerreros vestidos de mascara y flecha. Se presume que han debido ser pocos en número para no oponer resistencia ante la aparición de este grupo indio de origen suramericano que terminó conquistando pacíficamente sus tierras.
En las décadas anteriores al arribo español, unos hombres oscuros, fuertes y feroces, de audaz mirar y nariz aguileña, irrumpen en la isla. Se trataba de Los Macorix (también llamados de Macorís o Macoriges), un grupo aborigen muy parecido a los Ciguayos. Pertenecían a la gran familia de los Caribes, y se dedicaban principalmente a la pesca, caza y recolección de frutas.
Esta etnia logró tomar posesión de regiones tainas que hoy corresponden a las dos provincias de Macorís: una parte de Samaná y otra de Santo Domingo.
En el criterio católico de los conquistadores, estas tres razas se englobaban con una solo palabra: herejes.
Su idioma y costumbres
Los Tainos eran labradores por excelencia, de comportamiento gentil y sereno. Se acomodaron a la bendición del clima caribeño para seguir practicando su profesión, la agricultura, suavizando algunas de las duras costumbres que trajeron del Sur.
Tenían dos clases de vivienda: el bohío, que era de yaguas y generalmente redonda; y el caney, más grande y rectangular que fungía de vivienda para el cacique y su familia. Ambos tipos se fabricaban con hojas de hinea y madera de árboles locales. Dormían en hamacas de algodón tejidas por ellos mismos.
Al igual que todos los habitantes de esta Antillas, tenían su propia lengua: el taíno, un idioma indígena de la familia arahuaca. Era el dialecto principal en las Antillas a la llegada de los europeos. Se extendió por todas las Antillas Mayores, las Bahamas, los cayos de Florida y varias pequeñas islas del arco oriental del mar Caribe.
Palabras en inglés y en español heredadas de los Tainos
El taíno es una lengua arahuaca extinta que fue hablada por los taínos del Caribe. Pero, curiosamente, algunas de sus palabras siguen vivas en nuestros idiomas.
Palabras en inglés derivadas del taíno
canoe, cassava, maroon, cay, caiman, guava, hutia, hammock, hurricane, iguana, macana, maize, manatee, potato, mangrove, tobacco y savanna.
Palabras taínas en el español
agutí, ají, auyama, batata, cacique, caoba, guanabana, guaraguao, jaiba, loro, maní, maguey (también traducido como magüey), múcaro, nigua, querequequé, tiburón y tuna, así como las palabras anteriores en inglés en su español forma: caimán, canoa, casabe (aunque en español dominicano es el nombre de un pez), cayo, cimarrón, guayaba, hamaca, iguana, juracán, jutía, macana, maíz, manatí, manglar, patata, tabaco y sabana.
Nombres de lugares
- Haití: ha-yi-ti ‘tierra de montañas’
- Quisqueya (Hispaniola): kis-ke-ya ‘gran cosa’ o ‘tierra natal’
- Bahamas: ba-ha-ma ‘grande-medio-alto’
- Bimini: bimini ‘gemelos’
- Inagua: i-na-wa ‘pequeña tierra del este’
- Caicos: ka-i-ko ‘valor atípico cercano al norte’
- Boriquén (Puerto Rico, también traducido Borikén, Borinquen): borīkē, borī (“nativo”) -kē (“tierra”) ‘tierra nativa’
- Jamaica: Ya-mah-ye-ka ‘gran espíritu de la tierra del hombre’
- Islas Caimán: cai-man ‘cocodrilo’ o ‘cocodrilo’
Cuba: cu-bao ‘gran tierra fértil’
Jerarquía Taina y Distribución del poder
Los cacicazgos eran una forma de gobierno independiente y hereditaria, liderada un cacique al que el pueblo le debía total obediencia y sumisión. Tenían límites claros y precisos, separando sus tierras en 5 cacicazgos: Marién, Maguá, Maguana, Higüey y Jaragua.
El cacique era el gran jefe, señor de la guerra y de la paz, pero como él no podía ocuparse de todo lo concerniente al gobierno, delegaba su autoridad en los mayitainos, caciques menores, representantes de la mayor autoridad. Estos se dividían a su vez en tres categorías, siendo la más alta la Matunheri, seguida por la Bahari y la Guaoxeri.
La segunda clase social más importante la conforman los nitaínos, familiares del cacique. Se consideraban nobles y actuaban como guerreros. En el siguiente nivel se encontraban los behiques, los sacerdotes que representaban las creencias religiosas. Por último, estaban las naborias, aldeanos trabajadores de la tierra.
Algunas deidades de los tainos
Los taínos creían en la existencia de varios dioses. Su principal elemento religioso eran dos seres sobrenaturales conocidos como los cemíes, que eran los progenitores de los demás. Con este nombre se hacía referencia a la deidad o espíritu ancestral, a ciertos objetos esculturales que alojan a dichos espíritus, a los antepasados del clan o a ciertos fenómenos de la naturaleza.
A pesar de ser dioses de la religión taina, la existencia e historia de los cemíes está ligada a los mitos. Las familias hacían culto a estos dioses y sus figuras o representaciones estaba resguardadas en un templo en la casa del cacique.
Ramón Pané era un fraile que vivió entre los taínos durante la época de la llegada europea a La Española. Él describe deidades mitad divinas, mitad humanas, con varios parentescos entre sí. Entre ellos, habla de Yocahú, padre y rey de los dioses.
Este ser vive en el cielo, es inmortal e invisible, y no tiene principio paterno. Se desconoce quiénes fueron los primeros hombres creados por este Dios, pero en la formación del mar intervienen tres personajes, uno de los cuales, Yaya, – el equivalente taino de Adán y Caín – su mujer y sus hijos, comparables con Eva y Abel, respectivamente.
Fuentes
Los tainos y Mitos. Por Marcos Marte
Taínos de La Española
El mito de origen según los taínos
Idioma taíno
Taíno language
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