¿La clave para llegar al éxito? Muchos piensan que solo quienes tienen talento pueden alcanzar la cima, pero están equivocados. Sí, las personas talentosas tienen una gran ventaja. Pero si este talento no se pule y se trabaja con constancia, no se llega muy lejos. Créeme.
Tener fe y orar es sencillo y efectivo, pero no producen tan buenos resultados como el trabajo duro” – Andy Rooney
Lo mismo sucede con todas nuestras plegarias y ruegos. Estas vuelan alto, muy alto. El señor las oye y las transforma en oportunidades para probar nuestra valentía, destreza, tenacidad; para evaluar si realmente estamos listos para dar el gran paso. Pero rezar todas las noches sin esforzarse no es suficiente para hacer que las cosas pasen. Finalmente, son nuestras acciones las que definen el curso de nuestras vidas.
No podemos esperar que las cosas lleguen como por arte de magia. Si eres talentoso en algún deporte y no practicas todos los días, simplemente serás bueno y ya, nunca excelente ni mucho menos, el mejor. Si quieres tener buenas calificaciones y no estudias, ¿qué crees que obtendrás? Lógicamente serán calificaciones, pero no muy buenas que digamos.
Los golpes de suerte – el arte de aquellos que solo se sientan a esperar – no suceden con gran frecuencia.
Si quieres que algo suceda, empieza a actuar
Y con actuar me refiero a trabajar en lo que deseas, todos los días. La constancia es vital para que haya resultados positivos. Siempre aprovecha las oportunidades que se te presenten. Prepárate muy bien antes de hacer algo, pero no pretendas ser un experto para dar tu primer paso o no caminarás jamás.
En el camino, no te culpes si algo salió mal. Somos humanos y es válido equivocarnos. Dicen que no nacemos aprendidos, y creo fielmente en eso. Sin el ensayo y error, la vida no tendría sentido. Vivir se trata de coleccionar experiencias. Mientras más te atrevas a vivir, más sabio te volverás. Y por más que nos equivoquemos, nunca hay que perder la motivación.
Que tu impulso por seguir adelante no dependa de tus aciertos y tus errores. Que estos solo sean fuente de información para tu siguiente decisión. No te esfuerces solo cuando algo malo sucede. Así sea bueno o malo, el principio o el final, el esfuerzo debe prevalecer.
La unión de constancia, motivación, y dedicación dará un fantástico resultado del cual nos sentiremos orgullosos, y sobre todo, alimentará nuestras ganas de comernos al mundo. Sigue subiendo con cada meta que cumplas y cuando llegues a ese punto al que todos queremos llegar, procura tener buenos pilares para no caer. Se consciente de bien dónde estás, de cómo llegaste y qué harás para mantenerte ahí, para evitar caer.
Cuando el momento esperado vaya llegando, te darás cuenta del cambio de ambiente que tienes a tu alrededor. Ese es otro gran momento de reflexión. No permitas que se te suban los humos a la cabeza, ni pienses que ya estás listo para comerte el mundo, o el mundo te comerá a ti. Sigue trabajando, siempre recordando tu origen y el proceso por el que has pasado.
La constancia y el trabajo duro construyen ese talento inigualable
Aprovecha siempre las oportunidades que se te presenten. Sácale a tu talento lo máximo que puedas. Por cada persona con talento hay decenas de otras que aunque carezcan de dicha capacidad, llevan consigo una mochila de determinación y constancia. Estos serán quienes realmente verán los frutos. No te confíes solo por ser bueno en algo. Aspira a ser excelente, esfuérzate por ello y siempre serás bien compensado.
Tengo un amigo que sueña con convertirse en un gran deportista profesional. Lo desea más que cualquier otra cosa. Ama ese deporte y odia perder. Tanto así, que cuando pierde se motiva para practicar más. Eso me llevó a preguntarle: “¿Tienes que perder para reavivar tu pasión por querer triunfar? Si es así, no llegarás muy lejos. Tienes que esforzarte antes y después del juego”.
A lo que él me respondió: “No necesito perder, es solo que cuando pierdo, siento un fuego dentro de mí que me motiva a luchar más“.
Le dije: “Si solo estás motivado unos días, está mal. Debes dejar de desear ser el mejor, de solo confiar en tu talento y empezar a trabajar duro para lograr tu objetivo”. En mi opinión, mi amigo carece del trabajo duro y la determinación necesarios para lograr su sueño, que es ser el mejor en un deporte.
Despieza el elefante
La clave para llegar al éxito puede ser más claro para unos que para otros. Los deportistas como mi amigo, por ejemplo, entiende que debe entrenar a diario y pueden notar y trabajar las fallas que registren sus marcas. Un escritor sabe que debe hallar el tiempo y el espacio para dejar florecer sus ideas sobre el teclado o la hoja hasta reunir el texto que imaginaba proyectar.
Sin embargo, hay muchos que están creando su propio camino, y hay otros que no ven con claridad las vías del tren al éxito por lo lejos que están de lograrlo. Sé lo fácil que puede parecer perder el rumbo cuando la meta es muy grande, distante o inalcanzable. Pero esto, ni ninguna otra excusa debe impedirte lograr la constancia que hace falta para hacer tu sueño realidad.
Trabaja día tras día, porque cada pequeño avance cuenta. Divide ese enorme elefante en piezas más pequeñas o etapas, y describe en cada una de ellas las actividades que necesitas para superarlas. Dedícale tiempo a cada una de esas tareas a diario. La satisfacción de tachar con frecuencia los pendientes de esa enorme lista servirán como gasolina para no parar.
Ajustar tu mentalidad es la clave para llegar al éxito
Todos estamos donde estamos por las acciones que emprendemos diariamente. Todo influye, cada paso. Todo está conectado en nuestra vida. Un solo acto que cambies desencadenará un efecto dominó en tu vida diaria.
Puede llegar a ser muy bueno, o muy malo. Eso solo lo sabrás tú. Mantente alerta, esfuérzate cada día, diviértete y disfruta de tus logros, ten amistades buenas que disfruten tus logros con tu misma emoción, y que estén para ti cuando necesites escuchar palabras de aliento.
Y sobre todo, recuerda que los únicos límites los pone tu mente. Una vez que estés en armonía con ella, y con tu cuerpo al mismo tiempo, lograrás cosas increíbles. Cosas de las que ni siquiera nosotros mismos en algún momento nos creímos capaz de hacer.
No quiero irme sin insistir: el talento, la oración y la esperanza solo te llevarán hasta cierto punto; el trabajo duro y la práctica superarán cualquier obstáculo.
“Si la mente tiene razón y el cuerpo la sigue, el éxito seguramente se logrará mañana” – Nico Pengin
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