You are currently viewing Una visión diferente sobre el talento, las etiquetas, y cómo sacarles provecho

Una visión diferente sobre el talento, las etiquetas, y cómo sacarles provecho

Hay etiquetas en todo y para todo. Vivimos clasificándonos, definiendo niveles y comparando talentos. Juzgamos y somos juzgados en base a lo que podemos hacer o demostrar. Sucede en la escuela, en el trabajo, en casa, en todos lados. Ya sea de manera consciente o inconsciente, pasamos nuestro día a día colocando etiquetas a lo que sabemos, lo que queremos, nuestras habilidades, nuestras relaciones, sin pensar que al hacerlo también etiquetamos a los humanos involucrados.  

¿No habías notado que todo a nuestro alrededor está clasificado? 

Si piensas en algo tan simple como debería ser el baloncesto, por ejemplo, es muy probable que lo primero que venga a tu mente sea “NBA”. Lo que seguramente no habías notado es que esta es la liga para los que son considerados como los mejores jugadores del país (y quizá la más importante del mundo). Los más destacados a nivel universitario juegan en la NCAA. Otros representan a sus escuelas secundarias, mientras algunos solo esperan ser elegidos por el equipo destacado de su vecindario. Cada uno de ellos dando lo mejor de sí con la mira puesta en el escalón superior. 

Estas clasificaciones y etiquetas son las que dan cabidas a las premiaciones (y desafortunadamente, también al rechazo o discriminación), sacando el lado competitivo de nuestra naturaleza humana. Se siente feo pensar que nuestras capacidades puedan medirse con regla. Pero al mismo tiempo, es la inspiración necesaria para impulsarnos a seguir subiendo hasta llegar a la cima. 

¿Eres de los que se desaniman o de los que presumen? 

Se define como talento: 

Capacidad intelectual o aptitud especial que tiene una persona para aprender las cosas con facilidad o para desempeñar con gran habilidad una actividad. 

Comúnmente, quienes se saben talentosos presumen su desbordante capacidad ante los demás. Incluso la aprovechan al máximo convirtiéndola en su forma de ganarse la vida. Por otro lado, también hay muchas personas virtuosas que se sienten un grano de arena más en el desierto, como otro pez en el océano. Dudan de lo que pueden lograr o se sienten opacadas ante el brillo de sus semejantes. 

Tu talento puede parecerte algo básico o sin importancia precisamente por lo fácil que se te da. No siempre se trata de ser brillante como científico, deportista, o músico. Puede que seas bueno en áreas más cotidianas como hablar, escribir o escuchar. Puede que seas el mejor del mundo en ello, o que al menos te guste tanto como para intentar dar lo mejor de ti cada día.  

Tal vez alguien sea más disciplinado que tú y te lo haga saber. Pero eso no significa que no tengas algo de valor que ofrecer a cambio. Y simplemente no lo sabrás hasta que no le des la importancia de intentarlo. Todo el mundo es bueno en algo, sólo tienes que trabajar duro para descubrir la hermosa pieza detrás del diamante en bruto. 

El enfoque es la clave

 

Las clasificaciones existen, las etiquetas existen, las comparativas existen. Eso no va a cambiar jamás. Y mientras algunos alardean y otros se desmoralizan por esto, lo que realmente importa es apreciar y entender que en un mundo tan diverso hay cabida para todos los matices. Que haya un gran abanico de niveles en tu habilidad es de gran utilidad, y no necesariamente para que te compares con nadie más.  

Si eres honesto contigo mismo, notarás que tu única competencia eres tú, verás cuáles son tus faltas y te enfocarás en trabajar en ellas para ser mejor cada día. Se trata de analizar lo que nos diferencia de nuestros pares, qué los hace mejor que nosotros en ese mismo campo e interpretar las diversas maneras en las que podemos hacer escalar nuestra habilidad y lograrlo.  

Tenemos que centrarnos en eso que se nos da bien, que nos importa, que nos gusta o apasiona. Y sobre todo asegurarnos de que nada ni nadie pueda perjudicar nuestro enfoque. Esto es lo que nos permitirá avanzar en nuestro camino hacia la confianza en sí mismo, hacia el crecimiento continuo. 

Unos volarán hasta alcanzar su mejor versión, otros llegarán a gatas. El ritmo no importa, porque no es una carrera. Lo importante es nuestro compromiso por mejorar nuestra imagen, nuestra mentalidad y cambiaremos nuestro futuro. 

Una perspectiva diferente 

Si han estado por acá últimamente o han seguido mi trabajo, notarán que me caracterizo por – entre otras cosas – ofrecer una visión totalmente diferente de temas que a muchos se nos pasan por la mente. Y hoy no haré una excepción. 

Vengo a ofrecerte una idea diferente para ayudarte a cultivar tus habilidades por cuenta propia viéndote en el reflejo ajeno, llenando tus vacíos y moldeándote hasta convertirte en una exquisita pieza. Esa que siempre va por más, esa que siempre da más. 

Si saber que eres bueno en algo en lo que muchos también lo son es motivo de alegría, imagina cómo te sentirás cuando tu esfuerzo constante te permita dominar tu habilidad cada vez más y superarte continuamente.  

Nuestro deber es aprender desde que nacemos y solo dejar de hacerlo al morir. Por mi parte, durante doce años he estudiado el arte del éxito. Y ahora estoy viendo resultados de creer en mí mismo, además de todo el conocimiento que he acumulado hasta ahora. Eso dice mucho. 

¿Estás dispuesto a ponerte a trabajar y unirte a mí? 


Conecta Con Nico Pengin

Facebook: NicoPengin

Twitter: @NicoPengin1

Blog: nicopengin.com

Página del autor en Amazon

Entrevista de Smashwords


This Post Has One Comment

  1. VECXhw2pmHuhnz

    76526 48261I gotta bookmark this web site it seems extremely helpful extremely useful 398468

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.