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How To Keep Focus During Troubled Times

Cómo mantener el enfoque en tiempos difíciles

Una de las cosas más duras en la vida es seguir haciendo un trabajo de calidad, seguir dando lo mejor de ti en esos días en los que estamos bajo presión, llenos de problemas, cuando sentimos que nuestro mundo está por colapsar. Tratar de dejar los sentimientos y pensamientos de índole personal de lado para dar prioridad a tu ética profesional y dejar intacta tu productividad.

Todos hemos pasado por esta clase de bajones. Y no siempre es necesariamente a causa de una tragedia. Es totalmente normal que a lo largo de nuestra adultez pasemos por periodos de estrés, duda, autocrítica o ansiedad. Pero también debería ser normal tener a mano herramientas para tratar de recuperar el control de nuestras emociones y de nuestra vida.

Y es que por muy natural que sea experimentar dichos episodios, no es sano quedarnos en el hoyo por mucho tiempo. No podemos dejar que se apoderen de nuestra vida. Hay que reconocer estos sentimientos, respetar nuestros tiempos, pero también saber cómo y cuándo salir de ellos.

Además, si se trata de continuar trabajando, hay varias estrategias que podemos emplear para mantenernos de pie, ordenar nuestros pensamiento y cumplir con nuestras responsabilidades. Entre ellas, tenemos:

1.     Reconoce la importancia de tu trabajo

Por muchas ganas que sientas de no hacer nada, no puedes ignorar el hecho de que eso no es una solución a largo plazo. Es comprensible que necesites algo de tiempo para volver a poner tu cabeza en su lugar con herramientas como las que daremos a continuación. Sin embargo, la empatía de quienes trabajan contigo dura poco, y todos tienen la necesidad de seguir adelante, incluso tú.

Enfócate en cómo lo que haces es importante para la empresa en la que trabajas, aun mas si es tuya; en las personas que dependen de tu trabajo, tanto a nivel económico, como tu familia, como a nivel laboral. Enfócate en las actividades que haces, y mantente conectado con tus compañeros de trabajo, Lo que haces, importa.

2.     Se flexible

Si realmente necesitas un tiempo para aclararte, pues tómatelo. No vale de nada quedarte en la oficina y andar en modo zombi, trabajando por inercia, produciendo pero con errores. Necesitas estar bien para trabajar bien. Y solo tú sabes lo que te hace falta para recuperarte. Se honesto contigo mismo, retírate un rato y vuelve renovado.

3.     Expresa tus sentimientos

Cuando acumulas tensiones, estas terminan saliendo de alguna manera y mayormente, dañan nuestro entorno y hieren a quienes nos rodean. Lo mejor es sacar periódicamente y de una manera sana todas nuestras preocupaciones.

Si te sientes perdido, estresado, herido, comparte esos sentimientos con alguien de confianza. Hablar de lo que siente te ayudará a sentirte mucho mejor, además de menos solo o aislado. Ya verás que siempre consigues un buen consejo o ayuda entre tu circulo de confianza.

También ayuda mucho escribir un diario con tus emociones. Es una manera de sacar es problema de tu cabeza hacia el mundo exterior y además de sentir una carga menos, pues podrás verlo desde otra perspectiva y hallar soluciones. Puedes religiosamente dedicarte a escribir al menos 10 minutos al día.

No sientas vergüenza de acudir a un profesional, por pequeño o insignificante que parezca tu problema, porque tal vez no lo sea. Déjate ayudar.

4.     Enfrenta tus problemas

Tiene un poco que ver con el punto anterior. Y es que si lo que te abruma es uno o varios problemas, simplemente enlístalos. Con calma y con la cabeza fría piensa en soluciones, en todas las que se te ocurran. Quédate con aquellas que veas posibles y arma un plan o lista de tareas para llevar a cabo la más razonable.

5.     Planifícate

Cuando no sabes qué hacer o qué camino tomar, le damos más espacio a la ansiedad. En cambio, si tomas unos 5 minutos al final del día para pensar y enlistar lo que tienes que hacer al día siguiente, todo se vuelve ventajas. Sentirás que tienes un propósito para levantarte de la cama, la plenitud de saber que eres necesario en tu entorno. Te mantendrás enfocado en tus tareas y no en los malos pensamientos que sabotean tu productividad. Cada pequeña tarea realizada te llenará de satisfacción.

Vale destacar que no se trata de trabajar cómo máquina sin descanso. Lo mejor es plantearse objetivos realistas que puedas cumplir en el tiempo establecido. Si te excedes en deberes terminarás más estresado que al comienzo. Y no olvides contabilizar algo de tiempo para pausas, comidas, descansos, e incluso contratiempos.

6.     Consiéntete

Así es. Solo tú puedes contar y celebrar cada batalla que ganes. Dentro de la planificación, no olvides sacar tiempo para premiarte por lograr lo que te has planteado. Ya sea un coctel al terminar la jornada de la semana, un postre, un paseo el fin de semana, e incluso, un domingo de desconexión total. Lo que sea que te ayude a motivarte para cumplir con tu plan y además sirva para recargar baterías para seguir adelante.

7.     Esfuérzate por mantenerte positivo

Las soluciones más obvias son a veces las que mejor funcionan. Hay que trabajar en mantenernos positivos durante las adversidades. No se trata de fingir estar bien, sino de enfocarse en las cosas buenas, respirar profundo, no perder la cordura y pensar lógicamente en la mejor solución de nuestro problema.

No es menospreciar lo que sientes, ni ignóralo. Pero reconocer los milagros y maravillas que hay en nuestra vida nos dan la fuerza para buscar soluciones y sobreponernos a cualquier situación. También es muy útil hallar alguna frase positiva, que tenga sentido y que puedas usar cuando estés perturbado para tratar de devolverte a la calma y cordura. Elige tu mantra y repítelo en tu mente todas las veces que te hagan falta.

Siempre hay que tratar de darle un giro positivo a todo lo malo que ocurra a nuestro alrededor. Tenemos la capacidad de transformar una profunda tristeza en una gran inspiración; la ira en impulso físico para seguir adelante; la ansiedad en productividad y orden. Cualquier emoción se puede usar para justificar el trabajo duro. Yo sigo aprendiendo poco a poco a manejar las mías, y espero poder ayudarte a ti también a manejar mejor las tuyas.


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