Hay un antiguo proverbio africano que dice:
“Si quieres llegar rápido camina solo, si quieres ir lejos camina acompañado”.
Pero no es cuestión solo de multitud. La calidad de las personas que te acompañan incluirá mucho en tu éxito o la falta del mismo. Por eso, mi consejo de hoy es que te asegures de tener a tu lado personas responsables.
¿Qué es la responsabilidad?
La palabra “responsabilidad” tiene origen en el latín “responsum”, que hace referencia a la capacidad que se tiene para responder ante un llamado. Se asocia con nuestra habilidad para responder o hacer frente a las consecuencias de nuestras acciones y decisiones.
Este valor también se relaciona con el cumplimiento de obligaciones personales, familiares, laborales y ciudadanas; con la obediencia a las autoridades, a nuestra conciencia y creencias. Todo esto visto no como un signo de esclavitud moral, más bien como una forma de compromiso que dignifica nuestra persona y nos conduce por el camino del bien.
¿De qué sirve la responsabilidad?
Sobre todo en este tema en el que yo tanto intento llevar luz, que es la consecución de nuestras metas, del éxito en cualquier cosa que te propongas, ser responsable es un factor de suma importancia y utilidad.
Es la base para el resto de los valores que hemos abordado en publicaciones anteriores. Nos ayuda a tomar las riendas de nuestra vida y nuestro destino. La responsabilidad, tanto tuya como de quienes te rodean, sirve para:
- Ser más honestos: Las responsabilidad se basa en la honestidad de nuestro carácter, apegándonos a nuestra moral y a nuestra versión y opinión, aunque no a todos guste. Decir la verdad nos lleva a cumplir nuestras promesas y a ser reconocidos como personas fiables por los demás.
- Ser más independientes: Asumir las consecuencias de nuestros actos, nos ayuda a pensar bien antes de actuar y a tomar mejores decisiones.
- Ser más confiables: Al ser responsables, nos ganamos la confianza de los otros. Y en el proceso, también ganaremos en confianza en nosotros mismos. Hacer lo correcto, nos hace sentir bien, porque aunque no siempre todo resulte bien, nos llena saber que lo hemos dado lo mejor de nosotros.
¿Por qué es importante contar con alguien responsable?
Las cosas más difíciles de lograr son aquellas que debemos hacer por nuestra propia cuenta. Pero cuando contamos con alguien que conoce lo que estamos haciendo, que nos apoya y ayuda a mantenernos enfocados en nuestro camino y en la meta final, la productividad mejora muchísimo.
El detalle está en encontrar a esa persona ideal que nos acompañe siempre o que simplemente pueda mantenerte centrado en tus obligaciones. Y es que para hallarlo, la confianza es fundamental. No solo para confiar tus más profundas aspiraciones, también para tener la certeza de que su aporte es justo lo que necesitabas para progresar.
Me pasa todo lo contrario, mi compañero no es nada responsable
Todo depende con el cristal con el que se mire. Si bien contar con un gran apoyo te da ese impulso extra que necesitas para seguir adelante, una persona irresponsable también te puede ser útil.
Y es que no todo mundo se motiva un refuerzo positivo. Por eso, tener a alguien irresponsable podría funcionar de vez en cuando. Rodearte temporalmente – hago hincapié en el “temporalmente”, y siempre y cuando no te contagies de su forma de ser – de una figura negativa también puede ser bueno.
Te sirve para darte cuenta de todo aquello que no necesitas en tu vida en este momento. Te aclara qué es lo que no quieres en las personas que te rodean y te ayuda a ver todo lo bueno que hay en ti.
Por otro lado, no tener a nadie con quien contar te hace esforzarte incluso más por tus propios medios. Desde la motivación para activarte cada día hasta la realización de todas las tareas.
Reflexiones para evaluar el nivel de responsabilidad
A sabiendas que la responsabilidad se basa entonces en nuestras respuestas, ¿cómo mejoramos nuestra capacidad para responder y desarrollar entonces un mayor sentido de responsabilidad? Podemos dedicar unos minutos para pensar en nosotros mismos, nuestra familia y entorno, y preguntarnos:
¿Estás satisfecho con la forma como respondes a tus necesidades y responsabilidades?
Puedes aplicar este análisis tanto para ti mismo como para esa persona en la que buscas apoyarte y decide si su compañía realmente te beneficia. En tu caso, revisa y trabaja en mejorar la capacidad y la calidad de tus respuestas.
Recuerda que lo más hermoso del ser humano es su inteligencia y su voluntad, las cuales le permiten moldear su conducta. El camino hacia una vida plena y feliz, donde la realización personal es algo alcanzable, se recorre a bordo del vehículo de la responsabilidad.
“Ser feliz, bien obrar y vivir bien son una misma cosa”.
Aristóteles
Responder, o ser responsables, es una postura mental, una filosofía de vida, una actitud marcada por el conocimiento y dominio interior y por la conciencia plena de dar lo mejor de nosotros en cada momento, sin importar la circunstancia.
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