El avance de la tecnología y la ciencia en las últimas décadas ha venido creciendo exponencialmente. Y hemos podido observar cómo muchas proyecciones realizadas en el pasado por la ciencia ficción se han hecho realidad en una gran variedad de áreas de nuestras vidas. Por ejemplo, el reloj inteligente de la marca Seiko que salió en la saga de James Bond de 1983, o los móviles y las tabletas usadas por el capitán Kirk en el Star Trek de los años 50.
Para mí no sería tan extraño que, en un futuro cercano, sigamos viendo ejemplos como los anteriores transformarse en nuestra nueva realidad cotidiana. Incluso, podría renovar las olimpiadas con deportes que, hasta el día de hoy, consideramos únicos del terreno de la ciencia ficción.
Por ahora, tocará pensar o soñar que dentro de 100 años o un poco menos, habrá algún tipo de liga deportiva con jugadores defendiendo a sus equipos por los aires, como el juego de Quidditch en Harry Potter o el Nuevo Batey en mis historias. Aunque suene tonto, sé que tenemos todo lo necesario para que esta sinergia se dé algún día.
La dupla perfecta: Ciencia ficción y deportes
A pesar de que – desde mi punto de vista – no vea una correlación directa entre ambos ámbitos actualmente, si creo que su unión impactaría positivamente en los valores de nuestra sociedad.
La fusión de estas dos grandes áreas, mis favoritas, dio vida mi serie de libros Batey. Un espacio ficticio en donde la añoranza por lo que quedó en la Tierra y el dominio de una tecnología alienígena permitió traer de vuelta un fantástico deporte ancestral. Aparece entonces este deporte como un elemento necesario para mantener el control en Gibraltar. Esta vez, de una manera muy diferente a la versión original creada por los Tainos del Caribe.
Batey y mi inspiración en la ciencia ficción
La ciencia ficción es un arte universal de aprendizaje, imaginación y creatividad. Como un género simbólico que posee elementos que nos permiten conectar con el mundo en el que vivimos, con el que aspiramos vivir, con aquel que nadie más se imagina o con aquel que la humanidad vivirá en un futuro.
Lo que si es innegable es que ha permitido predecir – aunque no le creamos – a lo largo del tiempo muchos sucesos y consecuencias relacionados al desarrollo de nuevas tecnologías, el calentamiento global, el futuro de los procesos políticos. Por eso, no tengo duda de que también pueda darnos un vistazo o influir en eso que terminará convirtiéndose en las actividades recreativas de nuestra realidad por venir.
Y es que gracias a la imaginación sin límites del mundo de la ciencia ficción, fui capaz de crear personajes que son deportistas de élite en un juego en las alturas. Humanos, algunos mejorados genéticamente, otros ciborgs, con alto dominio de su trajes antigravedad, botas jet, inteligencia y estrategia dentro de una nave/ciudad en el espacio, sin dejar escapar ningún detalle.
Batey y mi inspiración en el deporte
La enorme influencia que posee el deporte y los atletas en la sociedad sigue en ascenso, en un ambiente marcado por la competitividad no solo entre equipos, también con tus semejantes, contigo mismo y tu mejor marca anterior.
Y es precisamente ese espíritu sediento de victoria lo que más llama mi atención en los deportes, y que quise reflejar en mis historias. Lo veo desde ese ángulo particular en el que se impulsa a formas de crecimiento personal más allá de los límites humanos, alimentando una esperanza, perseverancia y energía que parecieran infinitas.
Sin embargo, habría que tener más control en cómo utilizar este instrumento. Y es que una competitividad mal canalizada es capaz de destruir todo sentimiento de solidaridad y cooperación, cuando se concibe el éxito no como el resultado de un trabajo bien realizado, sino como el estallido de una ambición personal.
El deporte, además de desarrollar la parte física, es cuna de muchos grandes valores importantes para cualquier paso de nuestra vida, como el trabajo duro, autocontrol, disciplina, enseña a canalizar y a dominar emociones negativas, a mantener una actitud positiva ante la vida aunque falles mil veces antes de lograr un pequeño triunfo.
¿Qué traerá la serie Batey en sus próximas ediciones?
Mi fascinación por la tecnología de ciencia ficción y el futuro, así como por los deportes, seguirán siendo eje central de la serie. Mis atletas favoritos son Kobe Bryant, Cristiano Ronaldo y LaMelo Ball. Me gustan los jugadores que saben trabajar duro y llamar la atención de la gente con su talento y su esfuerzo.
¿El nuevo chico del barrio que hace enloquecer a los narradores? Ya sabes que Nico Pengin se encargó de eso en el primer libro. El trabajo duro de ser un atleta, y el aspecto futurista de lo que hubiera sido un Kobe Bryant en la liga deportiva del Nuevo Batey son la base de un tipo de personaje que podremos ver en la próxima entrega. En el tercer libro de la serie Batey quizá también aparezca un Ronaldo, trabajador y extravagante a la hora de marcar.
Así, tendríamos a tres de los cinco personajes principales que podremos ver pronto. Me gustaría contar con tus ideas para dar vida a los otros dos protagonistas, una chica y un chico. ¿A qué atleta debería parecerse? Si tienes algún otro favorito que quieras comparar, déjalo a continuación. ¡La mejor opción estará en el libro! Es ficción, ninguna idea es tonta, o loca. ¡Así que, anímate a comentar!
Aunque vivimos en la realidad, de vez en cuando me gusta escaparme a este mundo alternativo que he creado. Ya sea en audiolibro, libro de bolsillo o electrónico, ya verás que tú también te encontrarás con tu imaginación y te divertirás muchísimo al transportarte al mundo de Batey.
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