El mejor relato es la transcripción de Bartolomé de Las Casas, quien fue capellán de Colón. La primera observación de Colón sobre los taínos fue que no llevaban más que adornos de oro, no tenían armas, eran “guapos e inteligentes, y serían excelentes esclavos”. Colón tenía tres botes pequeños llenos de matones con perros, armaduras y pistolas, así como otras armas, como la viruela, disponibles en el Renacimiento que ahora termina.

Los taínos de las Indias Occidentales, también conocidos como arawak y caribes, ahora estaban obligados a pedir rescate en su propio país, a partir de 1492. Cualquier nativo que no proporcionara una cierta cantidad de oro, o no mostrara una ficha que lo indicara, sufriría una amputación o el asesinato de un niño.

Cualquiera que tenga dificultades para creer en la posibilidad de tal cosa debería consultar la historia del siglo XX del ‘Terror del caucho’ de Bélgica, en el que los agricultores del Congo que no cumplieron con las cuotas diarias de caucho, café o marfil de Leopoldo II, sufrirían lo mismo. destinos, documentados por muchas fotografías. No confíe en mi palabra, puede leer todo esto usted mismo.

La reina Isabel, patrocinadora de Colón, dijo que estaba complacida con los ingresos, pero que hubiera preferido tener a los taínos como ciudadanos españoles contribuyentes. En cambio, Colón abrió las compuertas a una horda de especuladores españoles que se convirtieron en Encomiendas, o especuladores de tierras, que recibieron en servidumbre a los habitantes taínos de las Indias Occidentales, con las mismas reglas.

Los taínos ni siquiera pudieron huir, ya que los españoles trajeron los perros, previamente desconocidos en las Américas, (en nuestra forma de sabueso de caza) y los taínos que intentaron huir a las montañas fueron rastreados. Bartolomé de Las Casas, quien comenzó como capellán de Colón, se convirtió en un campeón de los taínos y trabajó toda su vida para aliviar su suerte.

En su diario se encuentra la declaración de que calculó que 400.000 taínos fueron finalmente asesinados bajo el sistema colombino en su vida, y que era su deber registrar esto, ya que un día esas cosas ya no serían creídas.

¡Ve a abrazar a un taíno, si puedes encontrar uno! Por cierto, puede que le resulte difícil, aunque ellos están luchando por su identidad nacional. Según la ley española, todos fueron reclasificados como ‘Negros’ en los documentos del censo español, alrededor de 1800. Pero, como digo, no confíe en mi palabra. Todo esto está documentado y disponible para usted, sin importar de quién sea su descendiente.

La parte más difícil de absorber, es que mis antepasados blancos no vieron mal nada con eso, en un (tipo de) liberal ciudad del norte de América como Nueva York. Abrazamos la noción de que estaba mal, pero no estábamos por encima de explotar ese error en nuestro propio interés. Malcolm X dice: “Me enfrentaré a un miembro del [Klu Klux] Klan al aire libre, en cualquier momento, por un ‘liberal’ que hace lo mismo”. O palabras en ese sentido: si estuviera vivo, ¡podríamos haberlo elegido!

Crédito: Frank Rowe